
Observatorio del Teide, un faro de ciencia en el corazón del universo
Ubicado a casi 2.400 metros de altitud en el Parque Nacional del Teide, el Observatorio del Teide es uno de los centros de investigación astronómica más importantes del mundo. Lejos de ser solo un destino para admirar estrellas, este observatorio es un pilar de descubrimientos científicos, desde el estudio del Sol hasta la exploración de galaxias lejanas.
Introducción
Bajo el cielo cristalino del Observatorio del Teide, en Tenerife, se escribe la historia de la astrofísica en Canarias.
Desde su fundación en 1964, cuando un telescopio de la Universidad de Burdeos comenzó a estudiar la luz zodiacal, el brillo difuso creado por polvo interplanetario, este enclave a 2.390 metros de altitud se ha convertido en un faro de la ciencia mundial. La claridad de su cielo y su ubicación estratégica lo han hecho ideal para explorar desde el Sol hasta los confines del cosmos.
El Observatorio del Teide es cuna de hitos científicos. En 1979, dio origen a la heliosismología, la ciencia que estudia las vibraciones del Sol para desentrañar sus secretos internos. Telescopios solares de vanguardia, como el GREGOR, uno de los más avanzados de Europa, analizan nuestra estrella con un detalle sin precedentes.
Pero el Teide no se detiene en el día: sus telescopios nocturnos han monitorizado cometas históricos, como el Shoemaker-Levy 9, mapeado el centro de nuestra galaxia y descubierto la primera enana marrón, bautizada Teide 1, un objeto entre estrella y planeta. Además, experimentos pioneros han detectado las anisotropías del fondo de microondas, ecos del Big Bang que revelan los orígenes del universo.
Crédito de la imagen: Luliia Dutchak
Hoy, el observatorio combina tradición y modernidad. Sus telescopios robóticos, como los del proyecto Two-meter Twin Telescope (TTT), exploran exoplanetas, agujeros negros y asteroides potencialmente peligrosos, mientras se preparan para detectar ondas gravitacionales primordiales, una ventana al universo primitivo.
La Residencia del Observatorio, operativa desde 1990, apoya al personal científico, y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) acerca las estrellas a la comunidad con visitas escolares a una cúpula reconvertida en centro de divulgación.
El Observatorio del Teide no solo ilumina el cosmos, sino que inspira a generaciones a mirar al cielo. Es un orgullo para Canarias y un recordatorio de que, desde esta isla, el universo está un poco más cerca.
Un centro primordial en astronomía solar
El observatorio del Teide, gestionado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), es reconocido como el mayor observatorio solar del mundo.
Sus telescopios, como el GREGOR o el Vacuum Tower Telescope (VTT), están diseñados para estudiar el Sol con un detalle sin precedentes. Los científicos aquí investigan fenómenos como:
- Manchas solares: Regiones de intensa actividad magnética que afectan el clima espacial.
- Erupciones solares: Explosiones que liberan energía equivalente a millones de bombas nucleares.
- Protuberancias solares: Arcos de plasma que revelan los secretos de la atmósfera solar.
Cada día, el observatorio produce al menos una publicación científica, contribuyendo a nuestra comprensión de cómo el Sol influye en la Tierra y otros planetas. Por ejemplo, sus datos ayudan a predecir tormentas solares que pueden afectar satélites, redes eléctricas y comunicaciones.
¿Por qué el Teide es ideal para la astronomía?
El observatorio del Teide no está en cualquier lugar, su ubicación en el Parque Nacional del Teide, es un factor clave para su éxito.
Las condiciones del entorno crean un laboratorio natural perfecto para la astronomía, las principales razones son las siguientes:
- Cielos despejados: Con solo 400 mm de precipitaciones anuales y una atmósfera limpia gracias a los vientos alisios, el Teide ofrece más un 78% de tiempo útil para observaciones, esto significa que la mayoría de noches y días son despejados.
- Baja contaminación lumínica: Certificados como Destino Starlight, la altitud y la lejanía de núcleos urbanos garantizan cielos oscuros.
- Atmósfera: La isla disfruta de una atmósfera estable, especialmente a altitudes elevadas, con baja turbulencia atmosférica, lo que reduce las distorsiones, crucial para telescopios de alta precisión y experimentos
- Ubicación geográfica: Tenerife está situada en una latitud que permite observar tanto el cielo del hemisferio norte como parte del hemisferio sur, ofreciendo una amplia variedad de objetos celestes.
- Versatilidad: El Teide es ideal para astronomía solar, astronomía nocturna y cosmología. Esta diversidad lo convierte en un centro integral, capaz de abordar desde el Sol hasta el universo primitivo.
- Condiciones para divulgación y educación: La claridad del cielo y la infraestructura del Teide facilitan la divulgación astronómica. El IAC organiza visitas, permitiendo a estudiantes y público general conectar con la ciencia.
Estas características convierten al Teide en un lugar comparable a los observatorios de Mauna Kea (Hawái) o el Desierto de Atacama (Chile), pero con la ventaja de estar en Europa.

Crédito de la imagen: IQOQI Viena, Academia Austriaca de Ciencias | @ESA
Calidad del cielo de los observatorios astronómicos en las Islas Canarias
Desde 1990, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) lidera esfuerzos para preservar esta maravilla a través de su equipo de calidad del cielo, creado para estudiar y proteger las condiciones excepcionales de los cielos de Tenerife y La Palma.
Este equipo monitorea parámetros clave, como el seeing, la nitidez de las imágenes, con una mediana de 0.7” en Canarias, comparable a los mejores observatorios globales. También diseña instrumentos, investiga óptica atmosférica y apoya proyectos como el Two-meter Twin Telescope (TTT) o el telescopio solar GREGOR.
Sus datos han sido vitales para hitos como el Tenerife Experiment, y para planificar el futuro European Solar Telescope (EST).
Proteger el cielo, un compromiso legal
Desde 1992, la Oficina Técnica para la Protección de la Calidad del Cielo (OTPC) del IAC vela por la Ley del Cielo (1988), una normativa pionera que protege los observatorios canarios de cuatro amenazas:
- Contaminación lumínica, regulando la iluminación en Tenerife y La Palma para mantener cielos oscuros.
- Interferencias radioeléctricas, limitando emisiones que afectan instrumentos sensibles.
- Contaminación atmosférica, controlando actividades que generan polvo o gases.
- Rutas aéreas, evitando que aviones interfieran con las observaciones.
La OTPC asesora proyectos de iluminación, certifica equipos y colabora con agencias como AEMET para preservar la atmósfera. Su trabajo asegura que los telescopios capturen imágenes nítidas bajo las mejores condiciones posibles.
Instalaciones
El observatorio tiene una extensión de unas 50 hectáreas y cuenta con un centro de visitantes para la divulgación científica y con una residencia para el personal científico y técnico.
Telescopios solares
Telescopio solar Gregor
El telescopio solar GREGOR fue construido por un consorcio alemán formado por el Instituto de Física Solar (KIS), el Instituto Leibniz de Astrofísica Potsdam (AIP) y la Sociedad Max-Planck representada por el Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar (MPS) en Göttingen.
El Instituto de Astrofísica de la Universidad de Göttingen fue miembro hasta 2008. El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y el Instituto Astronómico de la Academia de Ciencias de la República Checa contribuyeron al telescopio y los instrumentos.
Con una apertura de 1.5 m, GREGOR ha estado en operación científica desde 2013. Está diseñado para mediciones de alta precisión del campo magnético y el movimiento del gas en la fotosfera y cromosfera solares, resolviendo detalles de 70 km en la superficie solar.
También realiza espectroscopía estelar de alta resolución. Esta capacidad es crucial para comprender la actividad magnética del Sol, responsable de diversos fenómenos y variaciones en su luminosidad, ya que muchos procesos importantes ocurren a escalas espaciales muy pequeñas.
Un telescopio grande como GREGOR es esencial para observar estos detalles y obtener la precisión necesaria para comprender cuantitativamente el campo magnético solar. GREGOR es el mayor telescopio solar europeo para el régimen espectral visible y cercano a IR.
Conoce más sobre en este enlace: Gregor
Telescopio solar THEMIS
A principios del siglo XXI, la medición y comprensión de los campos magnéticos solares se han convertido en temas centrales tras importantes avances en el estudio de la estructura interna del Sol. Existe un creciente interés en la generación, transporte y comportamiento de los campos magnéticos, el calentamiento coronal, la estructura del campo magnético interplanetario, la climatología espacial y las relaciones Sol-Tierra.
El telescopio THEMIS (‘Telescopio Heliográfico para el Estudio del Magnetismo y las Inestabilidades Solares’), es un proyecto conjunto franco-italiano. Con una apertura de 90 cm, es el tercer telescopio solar más grande del mundo y está diseñado para espectropolarimetría de alta precisión y alta resolución en imagen monocromática de la superficie solar.
THEMIS cuenta con un diseño Ritchey-Chretein, montura altazimutal, tubo lleno de helio y un polarímetro de Stokes. Su espectrógrafo multi-modo permite análisis rutinario en polarimetría vectorial con alta precisión y la observación simultánea de hasta 10 longitudes de onda, posibilitando inversiones 3D de la estructura del campo magnético en la atmósfera solar.
THEMIS ofrece tres modos de observación complementarios: MTR (espectropolarimetría multilínea), MSDP (espectro-imagen multicanal con polarimetría) e IPM (imagen de banda estrecha con filtros e interferómetro).
Las observaciones de THEMIS han revelado polaridades parásitas en los campos magnéticos de los canales de filamentos y han identificado depresiones en las líneas de fuerza magnética que podrían explicar la acumulación de plasma frío en los “pies” de los filamentos.
Además, THEMIS ha permitido medir directamente campos magnéticos en protuberancias, obteniendo valores más fuertes de lo esperado mediante la polarización circular de líneas espectrales del helio.
Conoce más en este enlace: Themis
Telescopio Themis. Crédito de la imagen: Benjamín Núñez González
Telescopio solar de Torre al Vacío (VTT)
El Telescopio de Torre a Vacío (VTT) fue instalado en 1986 y está operativo desde 1988, perteneciendo a cuatro instituciones alemanas: Instituto de Astrofísica de Potsdam, el Instituto Kiepenheuer para Física Solar (Friburgo, institución directora), el Instituto Max Plank para la investigación del Sistema Solar (Lindau) y el Observatorio de la Universidad de Gotinga.
Se trata de un telescopio solar clásico con un sistema de celostato de dos espejos de 80 cm que dirigen la luz solar a un telescopio fijo.
El telescopio principal tiene un espejo esférico de aproximadamente 46 m de distancia focal dentro de un tanque de vacío vertical de 30 m con ventanas de entrada y salida. La luz reflejada se dirige hacia abajo y luego hacia afuera hacia un laboratorio, donde se mantiene una orientación constante de la imagen solar gracias al sistema de celostato.
El tanque se evacua para minimizar la turbulencia del aire interna, y se utiliza óptica adaptativa para corregir las distorsiones de la imagen causadas por la atmósfera terrestre.
Realiza 30-40 campañas de observación anuales entre abril y diciembre. Su instrumentación permite estudiar flujos de plasma y campos magnéticos en el Sol, con observaciones simultáneas en diferentes espectros y resolución de objetos de hasta 150 km en la superficie solar, usando óptica adaptativa.
Datos clave:
Diámetro del espejo primario: 70 cm
Longitud focal: 45.940 m
Relación focal (f/D): 65.7
Resolución a 543.4 nm: 0.196 segundos de arco
Escala de imagen en el foco primario: 4.59 segundos de arco por milímetro
Conoce más en este enlace: VTT

Telescopio VTT | Crédito de la imagen: J. Rendtel/AIP
Telescopios nocturnos
IAC-80

Fotografía de Mike Peel (www.mikepeel.net).
El telescopio IAC80, diseñado y construido por el IAC, fue el primero de su tipo en España y se instaló en el Observatorio del Teide en 1991.
Con un espejo primario de 82 cm y configurado para observaciones ópticas, es ideal para programas a largo plazo, colaboraciones, observaciones urgentes, prácticas estudiantiles y pruebas de instrumentación.
Equipado con la cámara CAMELOT2, el IAC80 también sirve como banco de pruebas para instrumentación de telescopios más grandes (como el GTC), para la caracterización atmosférica de los observatorios canarios y para la formación de estudiantes universitarios.
Su versatilidad y disponibilidad lo convierten en una pieza clave del Observatorio del Teide. El IAC80 ha contribuido significativamente a la astronomía con más de 100 publicaciones.
Sus observaciones variadas incluyen desde cometas (como el Shoemaker-Levy 9) hasta cuásares y lentes gravitacionales. Destacan el descubrimiento de Teide 1 (primera enana marrón), el estudio de una lente gravitacional que aportó datos sobre la materia oscura, y la obtención de imágenes de la fuente de una potente explosión de rayos gamma.
Telescopio Carlos Sanchez (TCS)
El telescopio Carlos Sánchez (TCS), con un espejo de 1.52 metros está configurado principalmente para observaciones infrarrojas nocturnas. Diseñado por J. Ring y construido en colaboración entre el Reino Unido y el IAC, se puso en servicio en 1972 tras ser instalado en Tenerife en 1971.
Inicialmente concebido como un colector de flujo de bajo costo, fue uno de los primeros telescopios con espejo delgado. En 1983, el SERC transfirió su propiedad al IAC, que realizó mejoras en mantenimiento, automatización y instrumentación.
El telescopio fue nombrado en honor al Dr. Carlos Sánchez Magro, profesor de astrofísica de la Universidad de La Laguna y figura clave en el IAC, especialmente en el impulso de la astronomía infrarroja.
El TCS es ideal para observar objetos “fríos” como estrellas en evolución temprana o tardía, y obtuvo imágenes infrarrojas tempranas del impacto del cometa Shoemaker-Levy 9 en Júpiter y de objetos subestelares. A menudo colabora con otros telescopios del Observatorio del Teide (OGS e IAC80) para observaciones complementarias.
Ha producido casi 250 artículos científicos, con proyectos que van desde el mapeo del centro galáctico hasta el estudio de oscilaciones estelares.
Algunos resultados destacados incluyen la creación del primer catálogo de galaxias con formación estelar en la banda H, la fotometría del asteroide 2002 NY40, y el estudio fotométrico de cúmulos de Orión que identificó estrellas de baja masa y posibles enanas marrones.

Telescopio Carlos Sánchez. Crédito de la imagen: Mike Peel (www.mikepeel.net)
Telescopio reflector MONS
El telescopio MONS es un reflector de 50 cm construido por la Universidad de Mons (Bélgica) en 1972 para observación nocturna. Inicialmente utilizado para las prácticas del Departamento de Astrofísica de la Universidad de La Laguna, su uso principal sigue siendo la enseñanza, siendo requerido por diversas universidades y grupos de aficionados para la realización de prácticas.
Telescopio OGS

La OGS, a la izquierda de la imagen, en el Observatorio del Teide. Crédito de la imagen: Victor R. Ruiz
STELLA
STELLA (Stella Robotic Observatory) es un proyecto a largo plazo inaugurado en el año 2006 con dos telescopios robóticos de 1.2 m que se dedican a observar la actividad en estrellas frías, utilizando un espectrógrafo de alta resolución (SES) y un generador de imágenes de campo amplio (WiFSIP).
Destaca por su eficiencia operativa, con un tiempo de inactividad técnica de solo el 2% y altos tiempos de apertura del obturador (87.5% para SES y 67.9% para WiFSIP). Esto se logra mediante la ejecución paralela de tareas, como el giro y la adquisición del siguiente objetivo mientras se lee la exposición anterior.
El sistema de control de STELLA (SCS), un software general para telescopios ópticos, utiliza un meta-lenguaje basado en XML para diseñar nuevas estrategias de observación. La programación se basa en un esquema de despacho que optimiza la selección de observaciones de un grupo numeroso mediante una heurística “codiciosa”.
Ambos telescopios, STELLA-I y STELLA-II, fueron fabricados por Halfmann Teleskoptechnik y cuentan con montura Alt/Az. STELLA-I tiene un sistema f/8 con dos focos Nasmyth y un campo de visión de 30′. Los telescopios utilizan rodamientos hidrostáticos y de bolas, y son movidos por motores directos ETEL con codificadores Heidenhain, logrando una alta precisión de apuntamiento y seguimiento.
Conoce más en este enlace: STELLA

Los dos telescopios robóticos de 1,2 metros. Crédito: AIP/STELLA
SONG
SONG (Grupo de Red de Observaciones Estelares) es un proyecto danés, iniciado en 2006 por las universidades de Aarhus y Copenhague, para construir una red global de telescopios pequeños y robóticos para estudiar estrellas y sistemas planetarios.
El objetivo era crear un telescopio moderno y económico con gran impacto científico. El telescopio Cassegrain de 1.0 m, fabricado por ASTELCO Systems GmbH con montura alt-az, tiene una alta velocidad de rotación (20°/s) y precisión de puntería (<3” RMS). Su espejo primario delgado es controlado activamente.
Con dos focos Nasmyth, el telescopio se controla remotamente y su instalación tuvo un costo relativamente bajo (30 millones de coronas danesas). La singularidad de SONG radica en su instrumentación y la red global planeada de ocho telescopios.
Los objetivos científicos de SONG son:
- Estudiar la estructura interna y la evolución de las estrellas mediante la astrosismología.
- Buscar y caracterizar planetas con masas comparables a la Tierra en órbita alrededor de otras estrellas.
Two-meter Twin Telescope (TTT)
Es un proyecto astronómico revolucionario que combina tecnología robótica de punta con un enfoque científico ambicioso. Operado por la empresa Light Bridges en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), está compuesto por cuatro telescopios: dos de 80 cm (TTT1 y TTT2, plenamente operativos desde diciembre de 2022) y dos de 2 metros (TTT3, que logró su primera luz en febrero de 2025, y TTT4, en fase de construcción).
Este complejo representa un hito en la astronomía moderna, tanto por su innovación tecnológica como por su modelo de financiación público-privada.
El TTT está diseñado para abordar algunos de los mayores enigmas del universo con una eficiencia sin precedentes. Sus telescopios robóticos operan de forma autónoma, utilizando el Queue Planning Intelligent System (QPIS), un software basado en algoritmos de aprendizaje automático que optimiza la selección de observaciones en tiempo real.
Este sistema permite evaluar propuestas científicas en solo 48 horas y entregar imágenes calibradas astrométrica y fotométricamente en 24 horas, lo que lo convierte en una herramienta ideal para investigaciones que requieren respuestas rápidas, como la detección de supernovas o eventos transitorios.
Este proyecto es importante pues abarca un amplio espectro de investigaciones:
- Eventos transitorios: Detectar fenómenos fugaces como supernovas y estallidos de rayos gamma (GRBs), así como contrapartes electromagnéticas de ondas gravitacionales, esenciales para entender los eventos más energéticos del universo.
- Exoplanetas: Caracterizar nuevos mundos y sus sistemas, contribuyendo a la búsqueda de planetas habitables y al estudio de la formación planetaria.
- Agujeros negros: Realizar encuestas para detectar y analizar agujeros negros, desentrañando su papel en la evolución cósmica.
- Objetos Transneptunianos (TNOs): Estudiar la morfología de estos cuerpos distantes mediante ocultaciones estelares, ofreciendo pistas sobre los orígenes del Sistema Solar.
- Cuerpos menores: Detectar y caracterizar cometas y asteroides, con especial atención a los NEOs (asteroides cercanos a la Tierra), incluyendo los peligrosos “asesinos de ciudades”. El TTT también analiza las propiedades físicas (tamaño, forma, composición, rotación) y dinámicas de asteroides para evaluar su impacto potencial en la Tierra.
- Estrellas solares: Investigar la variabilidad y los ciclos de actividad en estrellas similares al Sol, clave para comprender la evolución estelar.
- Estructuras de baja luminosidad: Aprovechar el amplio campo de visión del TTT para estudiar halos estelares, galaxias ultradifusas y luz intracumular, revelando estructuras sutiles del universo.
- Desechos espaciales: Detectar y rastrear satélites y residuos orbitales, un área crítica para la seguridad espacial.
Laboratorio Solar del Observatorio del Teide
El Laboratorio Solar del Observatorio del Teide (IAC) opera continuamente con seis instrumentos dedicados a un programa científico único durante más de 25 años, tanto de día como de noche. Aunque los instrumentos pertenecen a diversas instituciones, el grupo del IAC “Sismología Solar y Estelar y Búsqueda de Exoplanetas” los opera y participa en su explotación científica a través de consorcios internacionales.
El objetivo principal es el estudio del interior solar mediante heliosismología, ampliado recientemente a astrosismología, detección de exoplanetas y medición del albedo terrestre.
El grupo de heliosismología del IAC fue pionero al descubrir la naturaleza global de las oscilaciones solares de 5 minutos en 1979. El primer instrumento se instaló en 1976, proporcionando datos únicos sobre la sensibilidad de las pulsaciones solares al ciclo de actividad solar.
En 1981 se demostró la viabilidad de la “Red Observacional” combinando datos de instrumentos similares en diferentes ubicaciones, mejorando significativamente la calidad de los datos. Desde 1983, el Laboratorio Solar ha contribuido ininterrumpidamente a bases de datos heliosismológicas utilizadas globalmente.
Las líneas de investigación incluyen el desarrollo de instrumentos para estudiar el espectro de fondo solar y detectar modos gravitatorios, mejorar los datos heliosismológicos para estudiar la tacoclina solar, realizar mediciones precisas de las frecuencias de los modos acústicos para inferir la estructura y rotación interna del Sol, detectar flujos de materia subsuperficiales mediante sismología local, estudiar la termodinámica de la fotosfera y analizar las correlaciones entre parámetros heliosismológicos y la actividad solar para comprender la dinamo solar.
Pirámide solar. Crédito de la imagen: Benjamín Núñez González – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=42160033
Desde aquel primer telescopio en 1964 hasta los avanzados telescopios robóticos del Two-meter Twin Telescope (TTT), el Observatorio del Teide ha sido mucho más que un lugar de ciencia: es un puente entre Canarias y el cosmos. Aquí, el fondo cósmico de microondas nos habló del Big Bang, descubrimos la enana marrón Teide 1 y rastreamos cometas que marcaron la historia.
Hoy, el Teide sigue mirando al futuro, través de visitas escolares y divulgación, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) acerca el universo a todos.
Visita el Teide, maravíllate con su cielo y únete a esta aventura que, desde Tenerife, ilumina los secretos del infinito.
Si quieres conocer más sobre el observatorio, sus estudios, noticias o simplemente ampliar conocimiento, tienes la web oficial del IAC así como la web de Observatorios de Canarias del IAC.